De la hilaridad deseada
llega el silencio
que se hunde como el agua,
dúctil y gradual
envuelto en piedra imán.
Luego de los restos del destrozo,
extravagantes y apocados celenterados
lo visitan llenos de contento
reconociendo al libertado.
llega el silencio
que se hunde como el agua,
dúctil y gradual
envuelto en piedra imán.
Luego de los restos del destrozo,
extravagantes y apocados celenterados
lo visitan llenos de contento
reconociendo al libertado.
